Día de la madre

Ayer fue el día de la madre y muchas familias aprovecharon para celebrarlo e irse de comidia familiar sacándo las mejores galas de su armario.

Yo no le pasé con mi madre, porque no nos coincidió bien, pero lo celebré con mi segunda madre, mi suegra.

La verdad que a mi no me hace falta pasar el "Día de la madre" con mi madre por la simple razón de que para mí todos los días son el día de la madre. Como muchos dicen "mi madre lo es TODO para mi". Y lo digo de verdad. Es mi amiga, mi confesora, mi consejera. No le cuento el 100% de mi vida porque hay cosas que es mejor guardarse en la íntimidad, por la simple razón de que una madre es una madre y hay cosas que no tiene porqué saber. Respeto todas las relaciones madre-hija. Yo no soy nadie para juzgarlas, ya que cada uno hace con su vida lo que quiere. Pero yo, personalmente prefiero que haya cosas que se queden en la intimidad.

Desde que soy madre admiro mucho más a la mia. Dicen que es lo normal, porque ves todo lo que tuvo que pelear, la paciencia que tuvo que tener, todo el tabajo que requiere educar a un hijo y sobre todo todo el amor que tienes para darle. Dicen que madre no hay más que una y aunque yo discrepo un poco sobre ese tema (capítulos de mi vida que prefiero dejar para mi íntimidad), os digo que aunque la sangre no sea lo que te una, madre no hay más que una.

En mi cuerpo están tatuadas casi todas las personas importantes en mi vida y mi madre no iba a ser menos. Os enseño una foto del tatu. Sí se ve un poco desgastado, lo sé. Tendría que retocarlo, pero me da tantisima pereza retocar los tatuajes de zonas que nos son especialmente agradables de tatuar que se quedará así :)

Espero que hayais pasado un día de la madre estupendo disfrutandola a vuestra manera.

Os dejo una foto con mi madre y mi hermana, mi otro gran tesoro.